Alcanzar una meta deseada es un estado de identidad que permite desafiarnos a transitar NUEVOS CAMINOS... con la seguridad del que puede lograrlo, y sin temor de extraviarse o perderse. Otorga un estado de LIBERTAD que nace de haber recorrido el camino hacia UNO MISMO... Y el que llegó a sí mismo, y perdió todos los miedos de su propia realidad, es capaz de DIALOGAR, porque también perdió el miedo a los otros "si mismos".
jueves, 12 de marzo de 2009
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